DÍA 5 / LA CONSAGRACIÓN DE MAMÁ MARÍA EN EL TEMPLO

Oye, hija, y mira, e inclina tu oído;
Olvida tu pueblo, y la casa de tu padre;
Y deseará el rey tu hermosura;
E inclínate a él, porque él es tu señor.

Toda gloriosa es la hija del rey en su morada;
de brocado de oro es su vestido.
Con vestidos bordados será llevada al rey;
Vírgenes irán en pos de ella, compañeras suyas serán traídas a ti.
Serán traídas con alegría y gozo;
Entrarán en el palacio del rey.
                     
En lugar de tus padres serán tus hijos,
A quienes harás príncipes en toda la tierra.
Haré perpetua la memoria de tu nombre en todas las generaciones,
Por lo cual te alabarán los pueblos eternamente y para siempre.
(Salmo 45, 10-17)


ORACIÓN

Papá Dios te amó primero.
Te anhelaba, te esperaba
"Eres mía, María
no puedo vivir sin ti"

Papa Dios me amó primero.
Me anhelaba, me esperaba
y contigo me consagraste,
me presentaste,
me diste entero,
porque no podéis vivir sin mi.

En la eternidad de ese día
ya estaba presente hoy,
el verme en tus brazos,
pegado a tu pecho...

Preséntame hoy a papá
que me espera,
que me anhela.
Dile que le quiero
que me entrego,
entera,
gracias a ti.

"Eres mía [di TU NOMBRE]
Eres mía [di TU NOMBRE]
mía, mía
NO PUEDO VIVIR SIN TI"