Antiguo Testamento
“Desde lejos alzaron sus ojos y no lo reconocieron: entonces rompieron a llorar a gritos y se quedaron con él, sentados en el suelo, sin decirle una palabra, viendo lo atroz de su sufrimiento”. (Jb 2, 13)
Nuevo Testamento
“Al caer la tarde llegó un hombre rico de Arimatea, de nombre José, que era también discípulo de Jesús. Fue a ver a Pilato para pedirle el cuerpo, y Pilato mandó que o entregaran. José se llevó el cuerpo de Jesús y lo envolvió en una sábana limpia”. (Mt 27, 57-59)
ORACIÓN
"Ven a mis brazos mi amor
ven a mis brazos...."
y mamá abrazó a su niñito
fuerte, muy fuerte,....
y todo fue silencio.
Mamá, en el día de mi muerte,
quizás hoy, quizás mañana,
recógeme en tus brazos,
abrázame, fuerte, muy fuerte,
¡no me sueltes!
llévame al encuentro con papá
que vea Tu amor por mi
que vea Tu entrega por mi
que vea Tu ternura por mi
que vea Tu Corazón y el de Jesús
como me abrazan
y se vea Él al verme en ti
y me diga:
"Ven a mis brazos mi amor
ven a mis brazos hijit@
la eternidad es tuya"